Friday, 6 January 2012

Capitulo 3 (Max)


CAP3.

            A la mañana siguiente, intenté despertar a Cam, pero no podía. Recurrí a lo típico.
            -¡Hey! ¿Qué..? –comenzó a gritar al sentir el agua helada que le tiré de un vaso. Empecé a reír sin poder evitarlo- Ah, claro, ¿no me pudiste despertar?
            -Y la alarma sonó dos veces –añadí sin dejar de reír.
            Entonces ella salió del saco y se estiró. Escuchamos un ruido, más bien una musiquita. Nos miramos y salimos a ver que era.
            En el living, Dean estaba viendo televisión. Al ver que solo era él, nos pusimos a reír fuertemente. La cara de Cam, al ver que su hermano comía galletas, fue de sorpresa.

            -¿Cómo las sacaste? –le preguntó. Dean solo sonrió y escondió su rostro. Como claramente no iba a responder, fui a la cocina.
            Ahí había una silla junto a un mueble. No había que pensar mucho para saber que la usó de escalera.
            Volví donde Cam, me acerqué y le susurré:
            -Sacó una silla.
            Como respuesta, se encogió de hombros y me indicó que fuéramos a su habitación. Asentí, pero antes de irme le quité una galleta a Dean.

            Una vez en su cuarto, Cam se tiró en su cama.
            -Pronto no tenerlo vigilado me causará problemas –comentó cuando me sentaba a los pies de su cama.
            -Sí, es lo más probable –confirmé.
            Se sentó a lo indio y me miró.
            -Oye… ¿crees que…?  -empezó a decir y se detuvo al tiempo que enrojecía.
            -¿…que está bien Jacob? –le pegué con un pie- No seas boba.
            -Lo siento.
            -¿Por qué no lo llamas? –sugerí.
            -No creo que sea buena idea –contestó después de un par de segundos.
            Me dio la impresión de que ella sabía más de lo que estaba dispuesta a decirme.
Justo en ese momento, su celular comenzó a vibrar. Cam se dejó caer de espalda cerrando los ojos.
            Puse los ojos en blanco y me levanté para contestar. Al pasar junto a Cam, le murmuré “Floja” al oído.
           
            -¿Si? –contesté.
            -¿Cam? –preguntó Jacob.
            -No, soy Max.
            -¿Está ella? –se escuchaba preocupado.
            -Está aquí… -la miré mientras paseaba por la pieza.
            -¿Cómo está?
            -Está bien.
            -¿Por qué no contesta? -¿Por qué se preocupaba tanto?- ¿Le pasó algo?
            -No, no sé… Supongo que creyó que era su mamá o algo.
            Cam se enderezó y me observó.
            -¿Le darías un mensaje? –preguntó Jake- ¿Está ocupada?
            -Oh, ¡no, no, no! –pensé que era muy importante- Habla tú con ella.
            Le tendí el celular a Cam, se levantó y lo tomó mirándome como esperando una respuesta.
            -Es Jacob. -sonreí- Boba.
            Me quitó el teléfono de las manos y se paró de espaldas a mí.
            -¿Aló? –preguntó mientras se sentaba en su cama- Siempre tan perseguido. ¿Qué tal la emergencia? ¿Estás… bien? ¿Eso crees? –sonó preocupada- Hum –me miró. Luego se volteó nuevamente- Verás, estoy cuidando a Dean y… -después de unos segundos contestó- Espera, Jake…
            Cam se dio vuelta al tiempo que tiraba con furia el celular a la cama. Se tendió en ella.
           
            -Uy, sin maltrato al móvil por favor –bromeé. Su contestación fue un gruñido- ¿Qué ocurrió con Jake?
            No me contestó.
            -¿Cam…? No seas pesada –me acerqué y la empujé suavemente- No vuelvo a contestarte el móvil.
            Me enderecé volviendo a mi posición anterior.
            -Lo siento, Max. Pero por estar aquí perdí todo el día con Jacob –se incorporó y me miró fijamente.
            Por supuesto, ¿no?
            -Gracias, yo también me alegro de pasar el día contigo –contesté molesta y puso los ojos en blanco.
            -Ya… Si sabes que amo estar contigo.
            -… ¡No lo demuestras! –le espeté molesta- Además, no admites que Jacob te gusta, lo que me enfada más; ¡nadie se pone así por no poder estar con su mejor amigo! Desde luego no te pones así cuando no podemos salir o algo.
            Me crucé de brazos. La verdad, estaba bastante molesta y empezaba a creerlo una exageración de su parte.

            -Lo siento Max. –dijo sentándose- Perdóname, de verdad.
            -De lo que te sirve… -mascullé mirando hacia otro lado.
            -Mira, prometo no mencionarlo ¿si? Olvidarlo por hoy ¿Te parece?
            -No vas a poder –bufé completamente segura.
            -Esa confianza… Vamos, créeme. Por ti si puedo hacerlo.
            La observé mientras lo pensaba. Creía firmemente que no podría. La conozco demasiado.
            -¿Si? –pestañeó haciéndose la tierna.
            El tema ya empezaba a molestarme, así que finalmente le dije:
            -… Está bien. –abrió los ojos como platos- Estás loca Cam…
            -¡Ya, Max! –saltó a abrazarme- No vuelvo a decirlo más.
            La abracé sorprendida por su alegría, pero yo sabía que tarde o temprano volvería el tema.

            -¿De qué hablábamos? –preguntó inocentemente después de soltarme.
            Solamente atiné a reír.


            Luego de comer, nos sentamos en el sofá del living a lo indio, viendo que podíamos hacer en el día sin abandonar la casa, ya que cuidábamos a Dean. No se nos ocurría mucho, así que encendí la tele. Hice zapping. Cam cerró los ojos. Era obvio lo que pensaba, pero no escucharlo ya era algo.
            La verdad era que Jake me caía muy bien, era simpático y todo, pero Camie hablaba todo el santo día de él.
            Empecé a reír. Al parar en un canal mostraban caídas chistosas. Cam se puso a mirar.
           
            -Recuerdo una vez que Ja… -cerró la boca y los ojos de golpe.
            Yo sabía.
            La miré con las cejas levantadas y agregó rápidamente:
            -Olvídalo.
            Decidí ignorarlo. Había estado bien hasta eso. Unos 20 ó 30 minutos.
            Volví al zapping y cuando pasé por uno de competencias de motocross, ella exclamó:
            -Oh, vamos, ¡¿es en serio?!
            -¿Sabes que no sé de qué hablas? –sonreí. La verdad si sabía, pero me hice la loca. Ella y Jake usaban motos a veces.
            -Olvídalo.
            Apagué la tele, pues daban pura basura. Me volteé y dije:
            -Oye, tengo una idea. Podemos ir arriba, vestirnos –rió- y salir. Llevando a Dean, claro… No puede ser tan malo.
            Aceptó. Subimos a ver al pequeño, pequeño terremoto, y luego en el pasillo le comenté:
           
            -La verdad llevas bien tu promesa de hace una hora.
            Obviamente me salté lo del sofá.    
            Pensó un momento y luego habló:
            -Y así será todo el día –mordió su labio, algo típico de ella.
            Reí al verla, sin motivo. Creo que porque aseguraba algo que ya no cumplió, pero el esfuerzo era importante.
            Abrió la puerta de su cuarto y mi sonrisa desapareció completamente. Ella seguía mirándome, pero yo veía su cama.

            -Ge-nial –comenté con una voz cargada de sarcasmo. Todo se había ido a la…
            -Jacob –masculló ella cuando siguió mi mirada.

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